Este informe de ITEL está referido a recomendaciones para recintos hospitalarios con conocidos o presuntos pacientes de la fiebre hemorrágica del ébola.

Los ébola se transmiten a través del contacto directo con la sangre o fluidos corporales, sustancias por ejemplo (orina, heces, vomito) de una persona infectada con síntomas o a través de la exposición a objetos (como agujas) que han sido contaminados con sangre o fluidos corporales infectados. Estudios de laboratorio indican que el virus ébola puede permanecer viable en condiciones favorables y en superficies solidas.

También se han realizado estudios para evaluar la contaminación del medio ambiente en recintos ocupados por pacientes con brote, el virus no se detectó en ningunas de las 30 muestras recogidas. No hay evidencia epidemiológica de transmisión del virus ébola en ambientes. Sin embargo la gravedad de la enfermedad hace que tomemos todas las precauciones para garantizar la eliminación del riesgo potencial.

Para evitar el contagio por parte del personal de limpieza, si este tuviera que intervenir el equipamiento debería incluir como mínimo guantes desechables, bata (resistente a los líquidos/impermeable), protector facial y mascarilla para protegerse la piel y la exposición directa de la membrana mucosa de productos químicos de limpieza, o salpicaduras durante las actividades de limpieza y desinfección (cubre piernas, cubre calzado) se deben utilizar barreras adicionales. Si se utilizaran guantes de alta resistencia deben ser desinfectados y mantenidos en la habitación o ante sala. Todo el personal de limpieza debe ser instruido en el uso adecuado de los equipos de protección personal, incluyendo la extracción segura para prevenir la contaminación de sí mismo o de otros en el proceso y que el equipo contaminado se elimine de forma conveniente. 

Como producto de limpieza debe utilizarse aquellos que determinen los servicios de medicina preventiva, teniendo en cuenta que estos no pueden producir por si mismos biofilm. El agua ionizada y combinaciones con probioticos serían la solución adecuada. Hay que tener en cuenta, que no existen productos de desinfección específicos contra el virus del ébola, estos virus encapsulados, como el ébola, son susceptibles de una amplia gama de desinfectantes hospitalarios.

Como precaución adicional se recomienda como hemos indicado antes la utilización de productos que no produzcan biofilm.

Los colchones y almohadas deben poseer una funda de plástico que garantice que los fluidos no puedan penetrar.

No debemos colocar pacientes con infección de virus ébola presunta o confirmada en habitaciones alfombradas, y debemos retirar los muebles tapizados y cortinas decorativas de la habitación de los pacientes antes de su uso.

Las sabanas y almohadas utilizados por enfermos infectados del virus de ébola deben ser eliminados adecuadamente, incineración o tratamiento en autoclave.

Utilice siempre paños desechables de limpieza y estos hay que retirarlos en bolsas resistentes a prueba de roturas o fugas, en el caso de derrames sanguíneos actuar con las precauciones propias de los patógenos, con producto absorbente seguido de producto desinfectante y recogida segura, de esta forma garantizaremos la eliminación de las proteínas propias de la sangre y garantizaremos la neutralización de cualquier ingrediente activo.

Hay que tener en cuenta que el virus del ébola sobre las superficies que tengan que ser desinfectadas permanece activo un máximo de seis días.

Recomendación:

- Formación y capacitación para los empleados de las empresas de servicios de limpieza sobre las mejores prácticas para la limpieza y desinfección en entornos públicos, como mínimo todos los hospitales de referencia para el virus ébola deberían disponer de personal entrenado para la limpieza y desinfección tanto a efectos a la propia limpieza como a efectos preventivos para su seguridad.